Fue tu cabello negro presa de mis manos
en la noche suave de septiembre
en que dormiste en mi sueño,
fue mi cobardía para besarte,
es la poesía en que resultas y
mi mente que no te suelta,
es este inútil sentimiento que se
aferra a ti,
este estupido miedo
a perder la compostura
y decirte lo que no puedes escuchar,
contarte que mientras tú dormías
o intentabas o fingías,
yo escribía con mis dedos recorriendo tu rostro
lo que tantas veces me has provocado
y hecho sentir en este cuerpo que agoniza
sin el tuyo,
amor,
mi amor;
amor hasta los huesos.
J*R*S*R
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
1 comment:
"pechilandia"
de donde te sale tanta, o grande y poderos!!!
Post a Comment